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sabato 24 giugno 2017

UTOPÍA para un mundo sin hambre: una mirada desde el ángulo de los recursos naturales

UTOPÍA para un mundo sin hambre: una mirada desde el ángulo de los recursos naturales(1)

Ponencia presentada a invitación de la revista Le Monde Diplo-España, en Valencia, Diciembre de 2010
(repetita iuvant)

Introducción
Quería, antes que todo, agradecer los amigos de Le Monde Diplo para la oportunidad de volver a España a tocar temas tan sensibles y complicados, a partir de una visión utópica, tal como la definió Eduardo Galeano: Ella está en el horizonte [...]. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para que sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar.(2)
Vengo para hablarle de un sueño, de algo que podía ser distinto y que, si logramos juntar fuerzas, un día podría cambiar de rumbo. Le hablaré de las raíces de la crisis del campesinado actual, del hambre creciente y de lo que se podría hacer para que nuestra lucha mejore de calidad. 

Trataré de ser bastante concreto, sin entrar en demasiado detalles, para concluir lanzando lo que yo y los colegas que conmigo han contribuido a forjar estas ideas, llamaremos un Llamado en contra del Lobby del Hambre.

Mi presentación se dividirá en tres partes: 

  1. Desde el sueño de la Autoridad Alimentaria Mundial hacia la historia como la conocemos: (casi) 1000 millones de hambrientos
  2. « Plaidoyer » para volver a soñar
  3. Conclusiones

1. Desde el sueño de una Autoridad Alimentaria Mundial 

La primera conferencia de las Naciones Unidas fue reunida, en 1943, en Estados Unidos bajo el tema: "La alimentación y la agricultura". Como comentario sintético, el historiador Marc Bloch, escribía, hacia el fin de ese año: "Una política mundial de la alimentación exige una cierta dosis de dirigismo económico. Este se opone a una libertad total de los intercambios internacionales". 

Estas ideas se tradujeron con la proposición del primer Director General de FAO, Sir Borr Oyd; su “sueño” era de crear una Autoridad Alimentaria Mundial que preveía: “la estabilización de los precios agrícolas, la gestión de una reserva alimentaria internacional, la financiación de la disponibilidad de excedentes agrícolas para destinarlos a los países desfavorecidos y la cooperación con organismos encargados de los créditos al desarrollo agrícola”. 

Otro aspecto novedoso en los debates constitutivos de la FAO fue aquel relativo a su posible gobernancia. Algunos proponían la participación de representantes de los productores y de los consumidores. Algo muy interesante hoy en día, a la luz del debate entorno a la cuestión de la gobernancia. Desafortunadamente, la propuesta fue rechazada en ese entonces...

Uno de los pocos elementos que fue aceptado al comienzo como carácter no interestatal del Consejo (compuesto por 9 a 15 personalidades independientes), tampoco duró mucho y en 1947 los miembros independientes fueron substituidos por delegados estatales, dejando solo la figura del Presidente como independiente, inerte, en recuerdo de la composición originaria. 

Fue así que murió la idea de crear la Autoridad Alimentaria Mundial, una institución con una visión de organizar a partir de bases no liberales el comercio internacional de los precios de los productos agrícolas para poder atacar a la base el problema de la malnutrición y del hambre en el mundo.

Esos años serán recordados también por la aparición de un libro destinado a marcar la historia: La geografía del hambre (1946) del brasileño Josué de Castro(3). De Castro, segundo Presidente Independiente del Consejo de FAO, fue una de las primeras personas en considerar la necesidad de ver al hambre como un problema político, social y ético, y no sólo como un fenómeno natural. Toda su vida luchó para transformar estos conocimientos en políticas y programas que atacasen estructuralmente estos problemas. Las resistencias fueron muchas, y por eso que, durante su discurso de despedida como Presidente Independiente, de Castro dijo que se sentía decepcionado con lo que había logrado durante sus años como Presidente. Dijo que no había sido lo suficientemente atrevido y se lamentó de que los países desarrollados no hubiesen ayudado a crear una política pública de seguridad alimentaria realista, que respondiera a las necesidades de los hambrientos a nivel global. 

¡Resumiendo! FAO podía ser una organización distinta, con poderes más fuertes para atacar estos temas que nos afectan a todos; hubo gente que luchó durante años, enseñándonos un camino de reflexión y acción. Sin embargo las presiones que tuvieron que enfrentar fueron más fuertes y el perímetro de la organización que salió de allí fue la que conocemos hoy en día.  Muchos critican la organización, sin embargo sería más correcto recordar que la inaptitud de FAO para resolver los problemas de fondo – cosa que le ha sido reprochada durante toda su historia, ha sido una decisión libre de los Estados que han contribuido a su creación desde la Conferencia de Hot Springs, y no una elección propia de la Organización(4).

El paradigma básico de la lucha en contra del hambre fue, durante muchas décadas, y seguramente hasta los años 90, que la seguridad alimentaria era igual que la auto subsistencia (food security equals food self-sufficiency)(5). Es en este contexto que el énfasis ha sido puesto durante muchos años en la cuestión de producir más y más. 

Lo que tenemos al frente, los grandes desafíos que todavía marcan la agenda mundial, pueden ser resumidos en: el aumento de la demanda de materias primas de origen agrícola con escasos recursos naturales; el incremento de la población y el acceso a los alimentos; y la relación de la agricultura con el medioambiente (erosión y degradación de los suelos, el cambio climático que contribuye a la deforestación, las prácticas agro-industriales, y la presión sobre el recurso agua.

Por eso hoy tenemos una oportunidad buena para abrir una discusión seria y poder repensar, profundamente, la forma misma como enfrentar este desafío. Por eso parece necesario, partir de un recordatorio histórico de lo que podía ser nuestra organización, de lo que, en cierta época se planteó, para ver si podemos repartir de bases más sólidas.

2.  “Plaidoyer » para volver a soñar

El mensaje importante de esta breve reseña histórica sobre FAO es que la lucha para enfrentar estos problemas de otra manera es una lucha legítima y posible, aún cuando parezca muy difícil.

Para poder soñar, es fundamental tener los pies en la tierra. Por eso la “construcción” de este “plaidoyer” necesita tocar unos puntos claves:

  1. Recordar como el hambre en el mundo tenga razones estructurales, dependientes del modelo de desarrollo que se ha escogido. 
  2. Recordar cuales son los determinantes futuros con los cuales debemos convivir
  3. Plantear algunos elementos para construir una teoría de un mundo mejor (en lo referente a los temas agrarios) 

a. El hambre como resultado de una diferenciación de los sistemas productivos y de una competición mundial sin protecciones.

“El hecho de que históricamente la cifra de personas desnutridas continúe incrementándose incluso en períodos de elevado crecimiento económico y precios relativamente bajos indica que el hambre es un problema estructural, según la FAO. Por lo tanto resulta evidente que el crecimiento económico, aunque esencial, no será suficiente para eliminar el hambre en un plazo de tiempo aceptable”.(6)

Elementos básicos:
  • la gran mayoría son pequeños productores sin titulo de propiedad (o de algún tipo de derecho), trabajan como peones (tenants) pagándole porcentajes muy altos (30-50%) en cantidad o valor de sus cosechas al propietario con el resultado de alimentar un circulo vicioso de pobreza estructural 
  • las mujeres campesinas, en muchos casos las verdaderas productoras de alimentos para la familia, no tienen derecho a la tierra, ni útiles, ni capital para invertir.
  • las políticas agrarias en muchos países es enfocada hacia la comercialización de gran escala agro industrial (y no a la seguridad alimentaria a nivel familiar y local) con una integración al  sistema de mercado libre dominado por unos pocos grandes exportadores y empresas agroalimentarias)
  • la investigación esta concentrada hacia la mejora de la productividad y ganancia del agro industria internacional y no al nivel de producción local 
  • la participación campesina en la toma de decisiones en temas de política agraria y desarrollo rural es mínima  

Los diferenciales de productividad llegan de 1 a 500 en producción neta(7). Esto significa que los agricultores del sur del mundo deben competir contra sistemas de producción que son infinitamente más productivos (además de tener a su lado políticas que los apoyan).

Los precios en los mercados mundiales se establecen a partir de pocos productos (que influencian a los demás) y de una parte muy pequeña de la producción (estimación: 10% para los cereales); la interconexión de los mercados hace que los precios establecidos a partir de los países/productores excedentarios (más capitalizados y más productivos) se apliquen también a la totalidad de los productores. 

Resultados: solo una ínfima minoría de productores puede mantenerse en esta competencia, mientras que la muy grande mayoría va perdiendo por causa de competencia desleal. 

Sin embargo, de los que están en la carrera, ocurren fenómenos crecientes de “expropiación” de su renta: concentración creciente hacia arriba y hacia abajo de los mercados de insumos y de venta en poquísimas manos. Esto redunda en un poder creciente de las firmas transnacionales con dos estrategias principales:

  • organizar directamente su propia producción (ejemplo: ganadería industrial de Cargill, primer negociador de granos en el mundo) o, en la mayoría de los casos, 
  • las firmas de arriba (semillas, químicos…) y de abajo (distribución) hacen contratos con los productores (familiares y no) a condiciones favorables solo para las firmas debido al control que tienen del mercado.

De esta manera les dejan a los productores la parte más arriesgada del ciclo productivo. Y esto explica porque las tendencias entre los precios pagados a los productores sean descendiente, mientras que los precios en los supermercados se mantengan elevados. 

A esto se le va sumando el tentativo de algunas grandes empresas de controlar toda la cadena, creando mega clusters entre ellas: el caso más conocido es el Cargill-Monsanto.(8)

b. Los determinantes futuros 

¿Cuáles son los determinantes con los cuales debemos convivir? 

  • Aumento de la población
  • Urbanización progresiva
  • Aumento del consumo y demanda energética (bio-combustibles)
  • Cambio de las dietas alimentarias
  • Cambios climáticos (se calcula que si las temperaturas medias aumentasen más de 2ºC, en muchos países en desarrollo la productividad agrícola total podría descender entre un 20 y un 40%.(9))  

La FAO dice que habrá que aumentar la producción de un 70% para responder a los desafíos mundiales de aquí al 2050. Nos deberíamos preguntar si realmente se necesitará producir más. Según la misma FAO existen alimentos más que suficientes para alimentar a la Humanidad, sin embargo los hambrientos no tienen acceso a los mismos. 

Segundo, suponiendo que algo se deba producir, donde se debería hacerlo y a partir de cual diagnóstico del problema? Si se tiene en cuenta que la mayor parte (70%) de la población hambrienta vive en zonas rurales, promover la producción ´in situ´ parece la más eficiente y quizás la única solución duradera.(10)

TIERRA Y AGUA: FACTORES PRODUCTIVOS CADA DIA MÁS LIMITADOS:

Las tierras degradadas aumentan y se reducen las tierras de alto valor agrícola: “only 3.5% of the land surface can be regarded to be entirely free of constraining factors”.(11)

Apostar sobre un aumento de las productividades de los mejores cultivos es poco juicioso: no solo las mejores tierras no aumentarán, sino también la evolución histórica de las últimas 3 décadas nos muestra una reducción progresiva del aumento de productividad.

En este escenario se inserta también la corrida hacia el acaparamiento de tierras que es cada día más preocupante: según las previsiones del Banco mundial este “Land Rush” no va a disminuir luego.

Mirando a la lámina que les estamos presentando es importante explicar lo que se entiende con la categoría agua: Escasez de agua desde el punto de vista económico (obstáculos ligados al capital humano, institucional y financiero que impiden el acceso al agua mismo que los recursos hídricos son disponibles a nivel local y podrían satisfacer las necesidades humanas). Los recursos hídricos son abundantes, y menos del 25% del agua fluvial es usada para satisfacer las necesidades del hombre (malnutrición presente).

Cuando miramos el mapa hacia el oriente y vemos la situación crítica de China e India, entendemos mejor el porque debemos empezar a preocuparnos(12). Y no es casual que la BBC haya lanzado recientemente un grito de alarma: “Water map shows billions at risk of 'water insecurity'”. (13)

El agua es principalmente usada por fines agrícolas; en Asia más del 80% (con puntas del 87%) se va para ese propósito. Esta es la otra cara del modelo agrícola dominante: gran consumidor de otro recurso potencialmente más limitado que las tierras. 

EROSIÓN BIOGENÉTICA:

De las 8000 esp. de plantas comestibles solo se usan unas 200.  Únicamente 12 son alimentos básicos importantes. 3 sp., Maíz, trigo y arroz representan el 60% de la producción mundial.

En los últimos cien años una tremenda pérdida de diversidad genética se ha producido dentro de la llamadas "principales especies alimentarias". Cientos de miles de heterogéneas variedades de plantas cultivadas durante generaciones han sido sustituidas por un pequeño número de modernas variedades comerciales que son a veces muy uniformes y vulnerables.

Sin embargo, podemos recordar que, a pesar de todo, estos cultivos continúan siendo cultivados. En época de crisis los cultivos marginados no se ven prácticamente afectados por la fluctuación de los precios y la especulación que se produce a nivel mundial en los principales cultivos comerciales. Los cultivos marginados se producen y consumen localmente y son por lo tanto, son de fácil acceso en las zonas rurales donde vive una gran parte de las personas que pasan hambre. Además, esos cultivos viajan menos, ahorrando dinero y energía en el transporte, contribuyen menos al cambio climático y necesitan menos intermediarios.

Por lo tanto, modificar radicalmente este modelo es necesario.

c. Elementos para construir una teoría de un mundo mejor (en lo referente a los temas agrarios(14))

Modificar profundamente el modelo actual significa trabajar para revertir un proceso de descapitalización histórica de las agriculturas familiares del mundo. Por eso que el primer paso es de proponer una serie de medidas para recapitalizar las agriculturas familiares de todo el mundo, con particular atención a las del Sur. 

Esta transferencia de poder adquisitivo en favor de las agriculturas familiares es necesaria y urgente para incrementar los ingresos de los agricultores sub equipados y devolverles la posibilidad de sobrevivir, invertir y desarrollarse; así frenando el éxodo rural, reduciendo la pobreza extrema y la desnutrición rurales y, al mismo tiempo, limitar el desempleo y la pobreza urbana.(15)

Esto pasa por un lado por un aumento progresivo, importante y prolongado de los precios de las mercancías agrícolas en los países en desarrollo. Significa también pensar, al igual que lo hizo la Unión Europea, establecer grandes áreas de librecambio agrícola integradas por países con productividades agrícolas similares y proteger estos “grandes mercados agrícolas” contra las importaciones de excedentes, a precios muy rebajados, mediante unos derechos de aduana ajustables, de manera que se obtengan unos precios internos estables y suficientes para que los agricultores menos productivos de las regiones menos favorecidas puedan vivir de su trabajo. 

Sin embargo, recapitalizar las agriculturas campesinas no es solo un proceso económico; significa también reconocer la necesidad de soluciones distintas en cada lugar y en cada momento histórico. No existen soluciones únicas, ni recetas universales. La situación y la historia de cada país, incluyendo su historia y su cultura, sus condiciones edafo-climáticas y socio-económicas, su grado y tipo de desarrollo, son distintos y por tanto distintas deben ser las soluciones a sus problemas agrícolas y alimentarios. 

La diversidad de sistemas agrícolas debe ser protegida e incentivada como un valor positivo y un importante amortiguador en época de cambios. Al igual hablamos también de biodiversidad: la cooperación internacional en esta materia no es una opción, sino una necesidad. Por lo tanto hay que (i) Situar la biodiversidad agrícola en el centro de la agenda  política; (ii) Reforzar la colaboración entre las entidades internacionales pertinentes y desarrollar programas y estrategias internacionales comunes sobre biodiversidad agrícola; (iii) Acelerar la aplicación a nivel nacional de las disposiciones de los acuerdos e instrumentos internacionales existentes relacionados con la biodiversidad agrícola

En los países en los que el empobrecimiento extremo y la desnutrición de un gran número de pequeños agricultores y empleados agrícolas se deben también a la falta de tierras y a unos salarios bajos impuestos por una minoría de grandes latifundios, esta reorganización de los intercambios agrícolas será evidentemente insuficiente. Se necesitará también una reforma agraria, así como una legislación sobre la tenencia de tierras que garantice el más amplio acceso a la tierra y la seguridad de la propiedad.

Finalmente, recapitalizar estas diversidades de culturas, de tecnologías, de saberes, de paisajes y de formas de ocupación, uso y manejo del espacio rural significa tomar una posición clara respecto a la necesidad de regular y desacelerar la producción de biocombustibles, especialmente aquellos de primera generación.

Para aplicar esta estrategia, es imprescindible que la temática agrícola salga del dominio de la OMC y vuelva a ser tratadas dentro de una (nueva) organización (o una organización renovada). 

3. Conclusiones 

Como lo decía J. de Castro: “Existe una necesidad urgente de proceder a una conversión del hombre, esto es, por una parte, a cambiar la mentalidad de poder y de dominio de algunos y, por otra, a crear una mentalidad henchida del gusto y del deseo del progreso, así como de la voluntad de acceder a los beneficios del verdadero desarrollo. En esta nueva óptica del desarrollo, son la enseñanza, la educación y la formación humana la que deben constituir la inversión previa, que será probablemente la más rentable”.(16) 

Es necesario volver a poner hombres y mujeres al centro del debate y de la acción. Al mismo tiempo, urge reafirmar la confianza que debemos conservar en la grandeza de la especie humana y su capacidad de enfrentar los nuevos desafíos y cambiamientos. Creer en nosotros para tener la fuerza de enfrentar estos desafíos. Este es el primer paso.

La necesaria movilización de los actores sociales: es cierto que, si miramos hacia atrás, en los últimos 20 años hemos tenido un aumento considerable del nombre de organizaciones que han entrado en la arena mundial para defender campesinos/as, pastores, comunidades indígenas, productores forestales, pescadores artesanales etc. Se han realizados esfuerzos hacia una mejor coordinación y hay diálogos abiertos sobre como reforzar sus capacidades (tanto organizativas, como operacionales). 

Pero esto no es suficiente. El nivel de complejidad de los problemas, junto con el número de actores presentes y los esfuerzos que son colocados por el lado de los defensores del modelo actual, llama a un esfuerzo mucho más fuerte en cuanto se refiera a juntar fuerzas. Es imprescindible que las distintas redes de organizaciones hagan un esfuerzo adicional de modestia y de aceptar las diversidades de opciones que cada uno representa en función de su propia visión y grupos que está defendiendo, de manera a lograr una plataforma de acción mínima que permita tener una capacidad de negociación mucho más fuerte que la actual.

Seguir privilegiando visiones parciales e intereses locales, aún cuando legítimos, solo permitirá de mantener una presencia simbólica que, mismo cuando pueda atraer la atención de la opinión pública por un momento, no será suficiente para mantener la presión necesaria para enfrentar luchas que serán de larga duración.

Dentro de nuestras organizaciones también tenemos que trabajar. Divide et Impera parece ser la palabra de orden: demasiadas instituciones, que operan por su cuenta, rindiéndole cuentas a distintos ministerios. Cuanto más parecería evidente la necesidad de integración, de tener un único foro intergubernamental dentro del sistema de Naciones Unidas el que tenga poder normativo y de toma de decisiones sobre el sistema alimentario mundial, cuanto meno se avanza en esta dirección. El último ejemplo nos viene de la desconexión entre los foros internacionales de formulación de políticas alimentarias (el Grupo de Trabajo de Alto Nivel de Naciones Unidas y el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial-CSA) y la reciente asignación de responsabilidades al Banco Mundial para que establezca en el contexto de la actual crisis alimentaria un fondo multilateral de lucha contra el hambre que estaría dotado de 20.000 millones de dólares. Estas divisiones no son casuales; cuanto más dividido el frente de los que deberían luchar, cuanto más fácil mantener el control bajo los organismos financieros, que son los que dictan el rumbo. 

Es por eso que, para luchar contra todo eso, debemos pasar a ser partes activas en lo que sea posible de nuestra vida personal y profesional. Así como les he hablado de algunos hombres del pasado, quiero aquí recordar un hombre de hoy: un español, del cual tengo la honra de considerarme amigo: José Esquinas-Alcázar. A él se debe en buena parte la firma en 1983 del Compromiso Internacional de Recursos Genéticos, y en 2001 el Tratado Internacional sobre Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura redactado en el ámbito de la Conferencia de la FAO. Han sido dos instrumentos fundamentales para afrontar a escala casi mundial el grave asunto de la biodiversidad. La acción de un hombre ha demostrado que a veces se pueden cambiar rumbos que parecen ya diseñados. 

Hay mucho que hacer, pero este depende también de cada uno de nosotros y nosotras. Debemos aprender a ocupar espacios de poder, entrar en las instituciones y subir en los lugares de mando. Criticar de afuera no será suficiente y aún meno continuar con gritos separados en un desierto donde las fuerzas que se oponen, una verdadera lobby, son cada día más organizadas.

Por eso que quiero terminar aquí, con un llamado a juntar esfuerzos para luchar en contra de una “lobby del hambre” que cada día demuestra una capacidad impresionante de definir el rumbo de las políticas(17), de las acciones de los gobiernos; que tiene la fuerza para comprar consenso o para evitar el disenso(18) y frente a la cual parece casi imposible poder luchar. Sin embargo, así como hemos logrado volver a poner el tema de la reforma agraria en la agenda internacional, con la Conferencia realizada en marzo de 2006 en Brasil, así como muchos movimientos han logrado resultados en temas importantes (el reconocimiento del agua como un derecho – votado por Naciones Unidas(19), la nueva política de FAO hacia los pueblos indígenas), existen esperanzas concretas que algo se pueda mover. 

Trabajemos juntos a una agenda de propuestas concretas que, en el respeto de cada uno, logren catalizar fuerzas. No son sueños, sino alimentos para que los sueños se vuelvan realidad.

Quiero terminar volviendo a la idea de Utopía citando una pintada que alguien estampó en una calle de Montevideo (Uruguay) que dice: “La Utopía solo cuesta un poquito más”.

Gracias.

Notas
(1)Texto preparado principalmente por Paolo Groppo, con participaciones de: Carolina Cenerini, Gérard Ciparisse, Wim Polman, Guido Santini, Alvaro Toledo, Daniele Volpe, Francisco Carranza y Txaran Basterretxea; se agradecen los “emprestamos” de ideas y sugerencias de Marcel Mazoyer y José Esquinas. Las opiniones expresadas son a título personal y no representan las de FAO
(2) Galeano, E. 1993. Las Palabras andantes, Siglo XXI, Madrid
(3) De Castro, J., 1946. La geografìa del hambre, Rio de Janeiro
(4) Marchisio S.; Di Blase A. 1986. L’Organisation des Nations Unies pour l’Alimentation et l’Agriculture (FAO). IUED/SIOI, Genève, Rome
(5) FAO stayed highly committed into the 1990s to the notion that increasing food production was a sufficient condition for food security. The initiation of the Special Programme for Food Security (SPFS) in 1995 was focused on projects at the national level to increase agricultural production. Some early adjustments were made. But only after a critical external evaluation30 in 2002 did the vocabulary, if not the substance, of the programme change. FAO-IEE p. 61
(6) FAO Centro de Prensa. 2010: http://www.fao.org/news/story/es/item/45291/icode/
(7) Mazoyer, M. 2001. Defendiendo al campesinado en un contexto de globalización, FAO http://www.fao.org/worldfoodsummit/msd/Y1743s.pdf
(8) Un ejemplo es lo del pollo: el noventa por ciento de la producción en EEUU se realiza en una cadena integrada verticalmente, donde la empresa contrata al productor avícola y le provee con todo – pollitos, alimentos, servicios veterinarios, vacunas—y al final, compra los pollos
(10) La FAO en su reciente informe ´Los caminos hacia el éxito´ (Nov. 2009) (pdf en inglés: http://www.fao.org/fileadmin/user_upload/newsroom/docs/pathways.pdf ) señala que una de las mejores y más rentables vías para salir de la pobreza y el hambre en el medio rural es apoyar a los pequeños campesinos.
(11) FAO. 2002. Agro Ecological Zoning, p.67
(12) http://ricerca.repubblica.it/repubblica/archivio/repubblica/2010/09/17/venti-milioni-senz-acqua-la-grande-sete.html
(13) http://www.bbc.co.uk/news/science-environment-11435522
(14) Reconocemos aquí nuestra deuda hacía la visión iluminante del Prof. M. Mazoyer, en su documento: Defendiendo, op. cit.
(15) Es importante recordar como los subsidios actuales de la Unión europea vayan en su gran mayoría a los grandes productores: 80% del total va a un 20% de las explotaciones. Esto para decir que políticas de apoyo a los ingresos agrícolas no son cosas nuevas; son parte estructural del montaje de la unión europea por parte de gobiernos liberales, lo que demuestra que, si hay conciencia del problema y voluntad, se puede hacer.
(16) De Castro J., 1951. Geopolítica del Hambre
(17) véase el artículo de Agnès Sinaí: La nueva estrategia mundial de Monsanto, Le Monde Diplo, Número 25 - Julio 2001 http://www.insumisos.com/diplo/NODE/2872.HTM
(18) véase la campaña de la BP para “comprar” departamentos universitarios para evitar que puedan hacer investigaciones libres sobre los daños del pozo Deep Water en Luisiana (….)
(19) http://www.un.org/News/Press/docs/2010/ga10967.doc.htm


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