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mercoledì 19 aprile 2017

Décadas perdidas (para siempre)?

Me tomo una cerveza, pienso a la conmemoración del ano pasado después la caída del gobierno de Dilma Rousseff y, por extension, me pongo a pensar a estas décadas pasadas desde la vuelta a la democracia en America latina. Sera que estoy tomando medicinas por un dolor a la espalda tan fuerte que me dieron algo antidepresivo con un montón de efectos secundarios, lo cierto es que mi moral esta bastante bajo en este momento. Lo digo porque de repente un dia me arrepentiré de lo que voy a escribir, pero por lo menos tendré una buena justificación.

El centro de mi historia es Chile, país martirizado y tan querido, que logro deshacerse de su dictador a través el camino mas democratico que exista, o sea las elecciones. Nosotros nos fuimos a Chile pocas semanas antes que el Pato Aylwin asumiera la presidencia con un acto trascendental en aquel Estadio nacional que tantos sufrimientos vio pasar con Pinocho.

Tuvimos la suerte de acompañar ese periodo, y los sueños de los que volvían a la vida publica. Otros países también lograron pasarse un poco (o tanto) a la izquierda en los años siguientes: Uruguay, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil, Paraguay y, quizás, Argentina, aun cuando siempre ha sido complicado para mi entender el peronismo. Recuerdo que el Presidente de Peru Alan Garcia también apareció en el Estadio nacional y todo el mundo aplaudiendo, pensandolo como alguien de izquierda.

Hoy en dia quedan pocos, en Chile sigue la misma Bachelet que aplaudimos como la primera mujer y socialista a llegar a la Presidencia. En Paraguay manda un conocido de la sección antidroga de Estados Unidos, después de un golpe exprés encontrar de Lugo, Evo Morales encanta meno de un tiempo, igual que Correa que acaba de salir dejando poder en manos de un Lenin que podría ser una sorpresa interesante. Hablar de Venezuela es como perder tiempo, por eso termino recordando el camino lento pero al parecer mas seguro de Uruguay.

Sin embargo, cuando miro hacia atrás, un sabor amargo me llena la boca. De repente debe ser la Singha beer que me estoy tomando o, mas en serio, esta sensación que las ocasiones mejores han pasado sin que las fuerzas progresistas hayan sabido aprovechar de ellas.

La escusa (o la justificación, depende de los puntos de vista) es siempre la misma: las relaciones de fuerzas no han permitido hacer mas que eso. Ya me imagino mi compadre Octavio que, al leer este post, estará pensando que soy siempre el mas critico y que, a la diferencia suya, no he tenido que mesurarme con responsabilidades políticas como ha sido su caso. Es cierto, pero nada la quita a la posibilidad de mirar desde afuera, con una cierta lejanía y una cercanía de ideales. 

El punto es que no hemos vistos intentos fuertes para cambiar las reglas del poder y que, al revés, hemos visto sinnúmero casos de politicos que se han acostumbrados a lo que el poder puede ofrecer en términos de prebendas. La gran diferencia etica que el Partido de los Trabajadores presentaba como marco de fabrica unos 30 anos atrás, se ha perdido completamente en el camino y al final es el poder que lo ha transformado en uno de los tantos partidos que se pretenden de izquierda y que en la practica han aprendido bien como ocupar espacios y acaparar prebendas.

Los revolucionarios falidos como los venezolanos solo confirman lo que se dice del Libertador: había que tomar los intelectuales de Colombia, los curas de Ecuador y los militares de Venezuela. Esto es lo que ofrecía el país aparentemente, un caudillo con mucha logorrea y una incapacidad de comprender el funcionamiento d eran sociedad y como cambiarla en serio.

Todos ellos tuvieron el poder, todos en condiciones complicadas, donde era necesario “sentir” por donde iba la historia. Y todos, o casi, se fueron por el camino fácil. Hoy en dia en Chile los indigenas del sur y del norte sufren como antes, los porcentajes de pobreza siguen casi iguales, los jóvenes están hartos de una sociedad cerrada y que no tiene nada que ofrecerle para su futuro, y esto pasa con un gobierno de centro-izquierda desde mucho tiempo. En Brasil la ilusión que la llegada al poder del PT pudiese cambiar algo duro el espacio de un momento. Hasta cuando los precios internacionales de las commodities le permitieron a Lula de ir de rumba, todo el mundo quedo feliz. Cuando la musica termino y pasaron la cuenta, ha sido triste notar que nada de estructural fue cambiado durante 13 anos al poder. Las lamentaciones crecen hoy en dia enconara de una derecha que hace lo que siempre hizo. El punto es que es la izquierda a haber traicionado, a no haber cumplido las promesas que la llevaron al poder.

Esto lo estamos viendo también en nuestras casa europeas, y vemos como le estamos preparando la cama a la ultraderecha, nacionalistas y populistas. 

No podíamos hacer mas! Este debería ser el eslogan que los partidos de izquierda deberían asumir para las próximas eleciones. Y en este caso, debido que casi nada ha cambiado, porque seguir creyéndolos? Una ocasión como la que tuvieron no volverá a pasar pronto. La tuvieron y la perdieron, detrás de luchas de poder personal, de incapacidades, de lejanía creciente del pueblo, olvidándose de donde venían y porque estaba alla donde los habían puestos.

Nacieron piromanos para morirse bomberos. Una pena.  

La incapacidad de “leer” la sociedad, sus dinámicas y sus demandas profundas, sera la “legacy” de esta izquierda (y de la nuestra en europa, por supuesto). Detener el poder y no usarlo, ni siquiera hacer un intento, esto es un pecado que los llevara todos al infierno. 




PS. Le digo de antemano a los amigos Mora-Mora que me limito a la America del Sur y no hablo de la zona central y de la querida CostaRica y esto por dos razones: una porque hace tiempo que no voy por esa tierra y segundo porque quiero solicitar a que nos cuenten como les fue la experiencias políticas de Sonia Marta.

PS 2: con esta compu no logro hacer las eches con facilidad, por eso hay palabras que me salen mal (anos es una...)

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