Se trata de una expresión francesa que significa que una mujer se ve obligada a aceptar el acto sexual. A juzgar por los reportajes disponibles en la cadena ARTE (señalo uno a continuación: https://www.arte.tv/fr/videos/078749-000-A/religieuses-abusees-l-autre-scandale-de-l-eglise/), parece ser una práctica bastante en boga dentro de la Iglesia católica, en el pasado y en el presente, desde Roma hasta las parroquias más remotas del Sur. Varias monjas embarazadas fueron obligadas a abortar (¡una, en particular, cuando ya estaba en su octavo mes!) y luego fueron expulsadas de sus congregaciones.
Esa misma Iglesia que truena contra las leyes que autorizan y enmarcan el aborto, es parte de muchos casos, de los que obviamente no se habla en Italia, de abortos impuestos y realizados por sus miembros.
Según la doctrina promovida por el Vaticano, la verdad no emana de la palabra de las mujeres; la verdad es el mensaje de Dios transmitido por los hombres que rechazan todo juicio. Cuando las monjas han intentado denunciar esa violencia, nunca se les ha creído, han sido silenciadas y a menudo expulsadas de sus órdenes.
Evidentemente, no se trata sólo de la violencia ejercida sobre las monjas, sino de que se habla menos de ellas. En cambio, el tema general es la pederastia y los abusos sexuales, que en el extranjero se cuentan ya por cientos de miles.
La próxima semana, el cardenal Zuppi presentará los resultados de una investigación sobre abusos y pederastia en Italia. El periodo investigado se limita a sólo 20 años, lo que permitirá evitar toda la acumulación histórica que ciertamente existe, como se ha visto en otros países europeos. Se trata de la violencia infligida a los creyentes, que tarda en salir a la superficie y ser denunciada. Acotar el periodo, como ha hecho Zuppi, permitirá decir que los casos existen, pero son pocos y que el cuerpo eclesiástico italiano está sano.
Les invito a que vean los reportajes de la cadena ARTE: éste es sobre la pederastia en la iglesia española (https://www.arte.tv/fr/videos/106745-005-A/arte-regards-pedocriminalite-en-espagne-silence-dans-l-eglise/); éste sobre la iglesia filipina (https://www.arte.tv/fr/videos/092960-000-A/philippines-eglise-et-pedophilie-briser-l-omerta/); éste sobre los casos manifiestos de violencia en un orfanato católico de la isla de Jersey (https://www.arte.tv/fr/videos/093031-000-A/jersey-l-orphelinat-de-la-honte/); y éste es un pequeño resumen de lo que ocurre en la iglesia católica alemana (https://www.arte.tv/fr/videos/102858-000-A/allemagne-l-eglise-catholique-dans-la-tourmente/).
En definitiva, cuanto más se rompe la omertà, más se da la impresión de que la transición a la cacerola, para las jóvenes monjas o los jóvenes seminaristas, los niños de los orfanatos y los católicos en general que se acercan a los ministros de Dios. El caso del cardenal Santier, en Francia, que obligaba a los penitentes (hombres y mujeres) a desnudarse cuando acudían a él para confesarse, está causando un gran escándalo más allá de los Alpes (https://www.lefigaro.fr/actualite-france/une-seconde-serie-d-accusations-d-abus-sexuels-contre-mgr-santier-fait-trembler-l-episcopat-20221021). En Francia, el informe Sauvé, hecho público a finales de 2021, cifró en 330.000 el número de víctimas de abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia católica. Un año después, no se ha hecho nada, y mientras tanto otro arzobispo, el de Burdeos, el cardenal Ricard, se ve obligado a admitir sus prácticas sexuales desviadas (https://www.courrierinternational.com/article/vu-d-italie-abus-sexuels-nouvelle-tempete-dans-l-eglise-catholique-francaise).
El próximo viernes, 18 de noviembre, el cardenal Zuppi, del que todo el mundo habla muy bien, podrá demostrar si todavía se puede tener fe en el papado de Francisco (algo que cada vez más gente duda), o si la Iglesia católica está ahora gobernada por una masa omertosa y mafiosa de la que es prudente mantenerse alejado.
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