Esta vertiente de trabajo empezó a tomar relevancia dentro de FAO después de la firma del acuerdo de paz en Mozambique en 1992. FAO participó, a través de un consultor senior, en la preparación del Pre-Programa de desarrollo agrícola promovido por el Banco mundial. Gracias a la labor de este consultor, Paul de Wit, se abrió una ventana de oportunidad para ir tocando temas estructurales de la política y legislación agraria en el paìs.
Fue así que en 1995 FAO fue solicitada a apoyar la formulación de una nueva politica de tierra que, en su versión final, reconocía los derechos a la tierra de todo ciudadanos mozambicano. Este principio necesitaba una consecraciòn jurídica más clara, lo que fue posible hacer a través del proceso que llevó, de manera muy participativa, a la elaboración y sucesiva aprobación por parte del Congreso, de la nueva Ley de Tierra. (1997). El equipo de terreno que FAO puso a disposición del gobierno (Chris Tanner, Paul de Wit e Ivon Pires) había sido el mismo que, en paralelo, habían venido trabajando a la preparación de la ley de tierra de Guiné Bissau. Este segundo texto era aun mas progresista, sin embargo el golpe militar de 1998 suspendió todo proceso democratico en Bissau y esto para varios años.
Yo tuve la suerte se empezar a ser asociado a los trabajos de esta equipa de acero desde ese momento, al igual que unos colegas de la oficina jurídica de FAO.
Siendo estos países de habla portuguesa, no había mucho interés real dentro de FAO para ocuparse de ellos, siendo muy pocos los colegas que hablaban portugués. Mi suerte fue que el primer jefe de servicio que tuve en Roma, Marcos Lins, era brasileño y que se topó con un oficial de programa en Maputo que también era de Brasil (Mostafa Kamel Nosseir). Fue así que se abrió la colaboración con Mozambique y que nos permitió, en un momento de debilidad politica del gobierno, de hacer pasar una serie de principios dentro de la ley que estimulaban una verdadera participación de las comunidades locales dentro del proceso de reconocimiento de sus derechos territoriales.
A partir de la aprobación de la ley, lo que faltaban eran el reglamento técnico y un detallamiento metodologico sobre como hacer, en la practica, este "reconocimiento" de los derechos territoriales. En varios países del mundo se estaban dando experiencias metodológicas que apuntaban, por lo esencial, a un involucramiento activo de las comunidades para identificar los limites de sus territorios. Un amigo nuestro, Giacomo Rambaldi, estaba mismo estimulando la elaboración de mapas tridimensionales de dichos territorios, como medida para lanzar un debate no solo geografico sino también sobre el uso de dichos recursos.
A nosotros nos pareció que el camino debía ser un poco distinto, buscando involucrar no solo las comunidades, sino también las instituciones publicas del estado, responsables del tema de la administración de la tierra en las regiones y provincias. Esto tomò un tiempo pero finalmente logramos, bajo el mando metodologico de una consultora brasileña amiga de Marcos Lins, Sevy Madureira, elaborar una propuesta metodologica que, en su esencia, fue integrada dentro del anexo tecnico de la ley de tierra de 1997.
La historia de Mozambique ha sido contadas por parte de varios colegas y demás especialistas. Aqui quiero recordar como, en paralelo con el proceso mozambicano, en 1999 empezamos a promover un abordaje similar en Angola.
Las diferencias con Mozambique eran pocas pero significativas: la principal era que la guerra civil continuaba (hasta 2002) y por el otro lado que el desorden institucional a nivel central limitaba enormemente la posibilidad de replicar el abordaje usado en Mozambique. Fue así que empezamos a trabajar, una vez mas con el apoyo de Paul de Wit y de varios jóvenes que yo andava formando, a partir de provincias mas alejadas del poder central.
En este ejercicio fue central el papel de mi "hermano" Henrique P. Alves Primo, en la epoca Director Nacional de Tierras y defensor de los derechos locales de las comunidades agrícolas. Alves Primo necesitaba un apoyo institucional externo, como lo que podía ofrecer la FAO, y nosotros necesitábamos el apoyo de un peso pesado interno, como era él.
Poco a poco logramos realizar unas primeras experiencias metodológicas sobre el abordaje de delimitación de tierra comunitaria. Al comienzo nos limitamos en áreas cercanas a la capital (provincia del Bengo), por razones de seguridad militar, pero poco a poco pudimos ir yendo mas lejos, y la provincia de la Huila fue la sede central de nuestras operaciones para varios años.
Hemos escrito algunos artículos sobre esta experiencia: este articulo puede ayudar a entender mas en detalle lo que hicimos en la epoca (http://www.fao.org/docrep/007/y5639t/y5639t0a.htm).
Poco a poco logramos adaptar el manual para las delimitaciones que estábamos usando en Mozambique a la realidad angolana. La colaboración con los servicios de la administración de tierra, en la Huila y en otras provincias (Biè, Huambo ..) fue mejorando con el tiempo y fue así que poco tiempo atrás, una ONG con quien estuvimos colaborando en los primeros tiempos, Visao Mundial, nos contacto para hacer una actualización del manual de delimitación de tierras.
Hoy, casi de casualidad, encontre el manual en la pagina del Land Portal: https://landportal.org/es/library/resources/manual-para-delimitação-participativa-de-terras-comunitárias-em-angola
Es un placer ver como esas luchas no han muerto y siguen adelante. Una vez mas, me da pena que estos buenos resultados lo descubramos gracias a otras iniciativas y no sea la organización FAO a hacerse cargo de ellos.
Estos trabajos nos permitieron avanzar mucho en la reflexión sobre la cuestión de la territorialidad, de la cuestión indigena y, una vez mas, de la dimensión de genere en lo sustantivo (este último tema en particular gracias a los esfuerzos del proyecto liderado por Marianna Bicchieri). Varias otras iniciativas han surgido a raíz de estos trabajos, en Africa, America latina y, hoy en dia, mismo en Asia. Los participantes a esos trabajos fueron muchos, hombres y mujeres que dieron mucha energia para que esto avanzara. Estamos todos orgullosos de haberlo hecho y que esto continue. Las batallas para los derechos no terminan nunca.
Un agradecimiento especial a los amigos y colegas que han colaborado al programa tierra en todos estos tiempos: Francisco, Txaran, Lorenza, Elena, Daniela, Cristobal, Alberto, Leonardo, Massimiliano, Francisco, Ruben, Claudia y mas que seguramente estoy olvidando)
Esta actualizacion del Manual no fue hecha por la FAO, fue un esfuerzo conjunto de muchas personas y organizaciones. La contribucion de Sevy Madurera fue fantastica, pero muchas otras personas fuera de FAO dieron una contribucion igualmente importante. Visao Mundial no solo “contactò FAO para actualizar el manual”, sino que tuvo un papel activo en la formulacion de esta edicion. Esta ultima edicion del Manual incluye una sistematizacion del trabajo de sensibilizacion comunitaria sobre la Lei de Terras angolana, un apartado sobre la importancia de la inclusion de ninas e ninos en las actividades del DRP, y por ultimo, en los anexos, va el Despacho del Governador de la Provincia de Bié, que oficializa los pasos para la emission de titulos comunitarios.
RispondiEliminaHemos aportado nuestro granito de arena, como ya hizo la FAO (y como seguirà haciendolo, a través de los excelentes professionales que has mencionado), sin pretencion de ser los primeros en llegar y los ultimos en salir. Me gusta ver que el Manual esté publicado en un espacio publico y neutro, como LandPortal, en lugar que en la web de FAO o de Visao Mundial, para que nadie se pueda apuntar medallas.
Un saluto dalla caotica Luanda
Marco