https://www.fao.org/3/u8719s/u8719s00.htm
“Julio de 1979 marca un hito importante en la larga y difícil lucha contra la pobreza y el hambre: la adopción por la Conferencia Mundial sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural, en Roma, de una Declaración de Principios y Programa de Acción.
La Declaración de Principios y el Programa de Acción constituyen, de hecho, la carta de la población rural pobre, mejor conocida como la Carta del Campesino.
La presente publicación se dirige a intelectuales, pensadores y escritores, lo mismo que a dirigentes sociales y políticos; va destinada a todos aquellos que pueden ayudar a divulgar el mensaje de la Conferencia Mundial. La FAO espera que constituya un viraje decisivo en la historia de la lucha del hombre contra la pobreza.” Firmado: Eduard Saouma, Director General FAO
Era una época cuando la tónica era una presencia marcada del Estado en la dirección de la economía y de la sociedad. Poquísimas semanas / meses después llegó el huracán neoliberal, con la toma de poder de Margaret Thatcher en Inglaterra y Ronald Reagan en Estados Unidos. De allí hasta un par de años atrás, hablar de un papel importante del Estado parecía una blasfemia.
¡Gracias al COVID-19, el mundo entero ha sido obligado de preguntarse si ese modelo neoliberal era “la” solución a sus problemas, y la respuesta, por varios lados, ha sido un rotuno NO!
Es evidente que las fuerzas neoliberales no quieran quitar el poder que detienen, pero por primera vez en poco menos de medio siglo, hay una conciencia general que necesitamos de un Estado capaz de ocuparse de sus ciudadan@s.
El modelo neoliberal ha acelerado también una crisis agraria que ya era en camino, y ha venido sumando una crisis ecológica y abriendo camino para una neo colonización digital aun mas peligrosa.
Los recursos naturales se están encogiendo cada día mas, su acaparamiento aumenta así como los conflictos ligados a su control, hoy en día presentes en una mayoría de países del mundo.
Frente a este empobrecimiento económico, social, ecológico y cultural, por primera vez desde mucho tiempo has la posibilidad de reabrir estos temas agrarios a partir de una nueva ventana: partiendo de una visión de genero que, reconociendo la diversidad de hombres y mujeres, camine hacia una igualdad no solo en la esfera publica, sino a partir de un reequilibraje de la esfera privada.
Siendo nuestra área de trabajo el tema agrario, queremos anunciar la voluntad de un grupo de personas pertenecientes a distintas organizaciones y asociaciones, de retomar este documento, la Carta del Campesino, para promover una actualización necesaria a la luz de las reflexiones eco-feministas, que permita volver a colocarlo a la atención de gobiernos, intelectuales, partidos y movimientos políticos, para que se vaya abriendo un camino de convergencia de acción.
No se tratará de brindarle atención solo al mundo agrario: la Carta del Campesino ya planteaba, en su primera meta, la necesidad de “Formular objetivos y metas para el desarrollo económico y social de las zonas rurales, tomando debidamente en consideración el equilibrio ecológico y la conservación y renovación de los recursos.” Es por eso que una atención particular, aun cuando no exclusiva, será dedicada, en la etapa de construcción de alianzas, a aquella parte del mundo católico y laico que se reconoce en los principios declarados por el Papa Francis en su encíclica Laudato Sì. Buscaremos contactos con movimientos y asociaciones feministas para que ayuden a regar el pensamiento agrario con sus experiencias y propuestas, dentro de una matriz que será constituida alrededor de las palabras de Dialogo, Negociación y Concertación de acciones.
La Carta del Campesino, escrita en un periodo cuando la temática de genero no era todavía dominante, pero empezaba a hacer sentir su voz (con la conferencia de 1975 de Pequín), sufre de un cierto sesgo masculino, a pesar que ciertos principios ya estaban bien claro en aquella época: “la mujer debe participar y contribuir en igualdad de condiciones con el hombre en los procesos sociales, económicos y políticos del desarrollo rural y compartir plenamente los beneficios del mejoramiento de las condiciones de vida de las zonas rurales.”
Así es que tenemos una base de partida. Gracias a nuestros trabajos anteriores y/o actuales, tenemos una serie de contactos con organizaciones, movimientos e intelectuales que iremos solicitando para que nos ayuden a construir un espacio de dialogo y reflexión democrático y abierto, para que logremos romper barreras y construir puentes fuera de nuestro sector de actuación histórico. Si las condiciones serán dadas, nos acercaremos también a las agencias del sistema de Naciones Unidas, para ver que colaboraciones serán posibles. Por otro lado, es evidente que tendremos un cuidado particular a no permitir ningún tipo de manipulación por parte de personas y/o instituciones que sean parte del sistema económico-financiero que se ha construido a partir del modelo neoliberal. La opción política es clara: ¡estamos en el lado izquierdo del mapa político!
Por el momento este mensaje sirve para llamar la atención de aquellas personas interesadas a estos temas y que tenga gana de apoyar la reflexión futura. Hay discusiones en curso dentro de algunas organizaciones para mejor definir el perfil institucional de la iniciativa. Lo cierto es que existe una necesidad de estimular esta parte del debate feminista, y por eso lo haremos, aun cuando sea solo con personas individuales no organizad@s. Llamamos a los/las interesadas a manifestarse por correo, utilizando, por el momento, mi dirección privada:
Dependiendo de sus reacciones, decidiremos como avanzar y que horizonte temporal darnos.
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