Eso dice el guía del veraneante 1948 que encontré en casa.
Les echamos una mirada los dos, Christiane y yo, antes de subirnos al avión para Santiago. La idea de hacer un viaje al Sur, hacia los Lagos, es algo que discutíamos con nuestros amigos desde varias décadas. Fue así que, gracias a la excelente organización de La Flaca, hemos aterrizado a Puerto Montt y de allí, merced a un carro alquilado, nos hemos movido en los alrededores.
Teníamos planeados subir hasta Capitan Pastene, pero una vez que nos dimos cuenta de los kilómetros, nos limitamos a lugares mas cercanos. Primer dia en Valdivia, con cena al Kunstman donde hay, como en toda la región, cervezas artesanales muy buenas. Visitamos el fuerte Niebla, pasamos por Panguipulli y fuimos hasta tomar un café en el mitico Hotel Montaña de Huilo Huilo. De allí nos fuimos a Villarica, disfrutando de los paisajes y de sus comidas. La visita a Capitan Pastene (antigua colonia de italianos de Modena, especialistas en prosciutto y “pasta fresca”) habiendo sido cortada, hemos aprovechado de un restauran al estilo Capitan Pastene en Villarica, comiendo unos raviolis de gran clase. La cosa que mas me sorprendió fue la manera de presentar el menu, con la misma “furbizia” que nosotros italianos: en Italia te hacen pagar el “cubierto” (tenedor, cuchillo, vaso, servilleta y unos grissini), mientras que en los restaurantes de pasta te presentan los tipos de pasta por un lado, con precio barato, y después las salsas que quiere agregarle, con valores tales que al final el precio va doblando. Comer una pasta, un ravioli o algo similar sin nada no tiene sentido, así que mismo para hecharle un poco de tomate… cuidado con el precio final.
Bueno, entre un vinito y un pisco sur o una cerveza, llegamos hasta Frutillar, donde aprovechamos para subir al volcán Osorno (las fotos ya las puse en un post anterior).
En esos días pudimos aprovechar para discutir de como va la transición chilena, del estado de su democracia interna y de la fractura que se ha originado en las ultimas elecciones entre un centro-izquierda mas tradicional que ha llevado lo esencial del peso de la gobernabilidad en esas décadas y una nueva generación, el Frente Amplio, constituida esencialmente de jóvenes progresistas, insatisfechos con la situación actual y deseoso de una vida mejor.
Esto ha sido la ocasión para hablar un poco con la hija mas joven de nuestros amigos, una de las muchas que han votado para ellos, para entender las razones profundas de su descontento. La fractura parece resumirse en apreciaciones distintas de lo que los gobiernos de la Concertación han hecho frente a lo que, según las fuerzas mas de izquierda, debían hacer. Es algo natural que esto ocurra en cualquier democracia, y de cierta forma el hecho que un grupo que se va organizando, con sus inexperiencias y su ganas de soñar mas de lo que tienen, es bueno, porque va obligar las fuerzas progresistas en general a repensarse de adentro. Entre tanto la derecha ha ganado las elecciones y se prepara a gobernar para los próximos 4 o 8 años.
Un elemento que me pareció faltar un poco en los análisis escuchados es lo que tiene que ver con los pueblos indigenas, por lo esencial los tantos (y distintos) grupos Mapuches que viven al sur. Algo hemos escrito sobre el caso de Cincolef, esta joven mujer muy comprometida con el rescate histórico de sus tradiciones, apoyada en eso por parte del instituto nacional de desarrollo agropecuario. Hay muchas historias asi, sin embargo, yo vuelvo a mi casa con la gran duda si realmente podamos considerar la transición chilena como a bien camino.
Si nos limitamos a la parte formal de la democracia, es evidente el camino realizado desde 1990 cuando el mando pasó de las manos sangrientas de Pinochet a las fuerzas democráticas del país. Globalmente hay más riqueza en el Pais, una agenda de derechos poco a poco empieza a instalarse, la repartición de los beneficios del crecimiento economico sigue muy desigual sin embargo algo se hizo por parte del Estado para recomponer esta fractura. Que esto sea suficiente o meno es otra discusión que no voy a reabrir ahora. Por el lado ambiental también se hicieron progresos, sin embargo es por ese lado que llegamos al tema candente de los indigenas.
Otra manera para llegar al mismo resultado seria de darle una mirada a los artículos de los diarios del año pasado durante el periodo de celebraciones de los 50 años de la ley de reforma agraria de 1967. La herida provocada por este intento de los demócratas cristianos es algo que no ha sido digerida aun por parte de las fuerzas retrogradas y una parte del agribusiness nacional. El nivel de odio que se podía leer en esos reportaje indica como la sagrada propiedad de la tierra sea algo de intocable, peor que la trinidad católica.
Ahora bien, en esas décadas, los gobiernos de la Concertación han promovido una serie de programas y de acciones que, globalmente, han dado fuerza a los mapuches los cuales, a la par de la redescubierta mundial del tema en muchísimos países, han emprendido un camino interno que los ha llevado a aumentar las recriminaciones a medida que se sentían mas fuerte dentro de un régimen democrático. Recuerdo comentarios de amigos chilenos que trabajaban en los gobiernos anteriores sorprendidos de ver como, en lugar de agradecer lo que los gobiernos progresistas estaban haciendo, se encontraban cada dia mas contestados.
Creo que allí viene el punto algido, lo que aun representa una fractura cultural interna al país (no el unico en el mundo, sea claro), entre los avances en materia de democracia formal, desarrollo economico etc. y lo que es el reencuentro entre pueblos que tienen dificultades inmensas en entenderse.
Transcribo aquí abajo como venían presentados los indigenas mapuche en 1948 en el Guía del veraneante:
“La raza indigena ocupa en este lugar (región de Temuco) un lugar preponderante en los anales históricos de Chile. Después de la pacificación (sic!) de la Araucania, se fundaron … escuelas donde los araucanos aprenden sus primeras (sic!!) letras, a la vez que diversas profesiones que luego ejercen en el mundo civilizado (sic!!!). Se han registrado casos de indigenas que, por el grado de cultura alcanzado, han sido becados en los EEUU de norte America.”
Esta “interesante raza” como la llaman era descrita (y tratada) como seres humanos de segunda categoria con quien no era posible mezclarse. Nada nuevo me duran Uds. y es cierto, porque estos no era nada distinto de lo que pasaba en muchos otros países, del Sur como del Norte del mundo (pienso siempre al pueblo Sami en el norte de Europa). El punto es que hasta hoy es evidente como el nivel de acercamiento sigue siendo bastante superficial y esto no solo a nivel de los “viejos” de nuestra generación, sino, por lo que hemos preguntado, también entre los jóvenes.
Los jóvenes santiaguinos se rebelan, sueñan con un mundo mejor, sin embargo siguen entre ellos y no tienen amigos mapuches, no lo frecuentan, cada uno en su mundo. Muy probable que funcione igual en el mundo mapuche vis-avis el mundo “huinca”.
El dia que una persona de origen indigena lograre ser elegida Presidente de este país, allí podremos discutir si la transición ha terminado. Por el momento creo que las dos hipótesis están en la mesa: la de una reconciliacion, lenta, pero progresiva, y la opuesta, donde el desencuentro aumente, hasta niveles peligrosos de conflicto interno.
La terminologia empleada en los diarios de derecha, los que hacen la opinión publica (El Mercurio, para no nombrarlos todos), que habla de “terroristas” en la Araucania que van quemando y destruyendo emprendimientos industriales (de las empresas florestales), no ayuda en nada hacia una evolución pacifica. Los araucanos reivindican sus tierras, y son muchas, mucho mas de lo que el programa de compra de finca del gobierno saliente, pueda enfrentar. La hipótesis de expropiar fincas no existe en el mundo “democratico” del Chile de hoy, y allí seguramente se va armar un lío muy profundo, posiblemente sin fin. Esas tierras eran de ellos, y la quieren de vuelta. Lo mismo que hacen los Herero en Namibia en contra de los colonizadores alemanes (https://www.economist.com/blogs/economist-explains/2017/05/economist-explains-14).
Sera interesante ver lo que ira haciendo el nuevo presidente Piñera. La idea de devolverle tierra a los mapuches creo que ni le pasa por la cabeza y que para el sea mas fácil meterle mano a la plata, suya o del país, para “comprar” la paz social. La evolución del caso chileno podrá ayudarnos mucho para casos similares en otros países, norte y sur. Mi impresión personal es que a medida que la dimensión de “identidad”, de “territorio” va avanzando en muchos renglones de las sociedades modernas (con sus productos, sus etiquetas y sus evocaciones de raíces que no siempre existen), la cuestión de las raíces territoriales no podrá ser eludida en el tema indigena. O sea, una vez mas, la cuestión agraria se va a invitar a la mesa, sin estar necesariamente invitada. Las herramientas que se han acordado hasta ahora, ejemplo tipico siendo las directrices voluntarias (VGGT), demostraran astiosa su inutilidad frente a una marea que es mucho mas profunda y que toca dimensiones de poder que toda la negocian de las VGGT han querido evitar.
Es por eso que estaremos mirando más a Chile y su gente.
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